Cáncer de mama en gatas: lo que sí podemos evitar (y cómo hacerlo)

Cancer-de-mama

El cáncer de mama en gatas es una enfermedad seria, común y muchas veces silenciosa. Aunque no es exclusivo de las felinas, sí presenta diferencias importantes respecto al cáncer de mama en personas. Como tutores responsables, informarnos y actuar a tiempo puede marcar la diferencia. En este artículo te explicamos qué lo causa, cómo detectarlo y lo más importante: cómo prevenirlo.

 

¿Tener ocho mamas implica ocho veces más riesgo?

No exactamente. El hecho de que una gata tenga ocho glándulas mamarias no la hace ocho veces más propensa a desarrollar tumores, pero sí aumenta la posibilidad de que aparezcan múltiples lesiones, a menudo bilaterales. Esta neoplasia mamaria felina representa aproximadamente el 17% de todos los tumores en gatas, y en más del 85% de los casos son malignos.

 

¿Qué tenemos en común?

Aunque nuestras especies son distintas, hay similitudes importantes entre el cáncer de mama humano y el felino:

  • La prevención es clave: un diagnóstico temprano mejora significativamente el pronóstico.
  • Recibir el diagnóstico es duro, tanto para la persona como para quien cuida de una gatita.
  • El tratamiento suele ser quirúrgico, y muchas veces se complementa con quimioterapia.

 

¿Qué nos diferencia?

Ahí es donde debemos prestar más atención como tutores:

  • En las gatas, este cáncer es altamente dependiente de las hormonas. Por eso, esterilizar antes del primer celo puede reducir el riesgo entre un 85% y un 91%.
  • La quimioterapia en gatas es más tolerable: no pierden el pelo y rara vez sufren efectos secundarios graves. Se busca principalmente mejorar la calidad de vida.
  • Sin tratamiento, el tiempo promedio de supervivencia tras el diagnóstico es de apenas 12 meses.

 

Factores de riesgo

  • Edad, común entre los 10 y 12 años
  • No haber sido esterilizada o haberlo hecho después del primer celo
  • Uso de anticonceptivos hormonales
  • Predisposición genética, como en gatas siamesas

 

¿Qué síntomas deben alertarte?

El cáncer de mama en gatas puede comenzar con pequeños bultos en la zona mamaria, que a veces pasan desapercibidos. Otros signos de alerta incluyen:

  • Inflamación o enrojecimiento en alguna glándula mamaria
  • Secreciones inusuales en los pezones
  • Cambios en el comportamiento, decaimiento o falta de apetito
  • Dolor al tocar el abdomen

Ante cualquier sospecha, lleva a tu gata al veterinario de inmediato.

 

¿Cómo podemos prevenirlo?

Aquí está la parte más importante: sí podemos evitar el cáncer de mama en gatas en un altísimo porcentaje.

  1. Esterilización temprana

Esterilizar antes del primer celo (idealmente entre los 5 y 6 meses) reduce el riesgo de cáncer mamario en hasta un 91 por ciento. Esta medida es, sin duda, la más efectiva.

  1. Evitar hormonas sintéticas

Los anticonceptivos hormonales elevan significativamente el riesgo. Siempre consulta con una veterinaria antes de administrar cualquier medicamento.

  1. Chequeos veterinarios frecuentes

Un examen físico anual, o semestral en gatas mayores, puede detectar anomalías a tiempo.

  1. Palpación casera

Revisa con suavidad la zona mamaria de tu gata una vez al mes. Detectar un bulto a tiempo puede cambiarlo todo.

 

Conclusión

El cáncer de mama en gatas es una realidad, pero también es uno de los pocos cánceres que podemos prevenir en gran medida. Como tutores, tenemos el poder de cambiar la historia de nuestras felinas con información, atención y acción temprana.

Comparar el cáncer felino con el humano nos ayuda a entenderlo, pero también nos recuerda que cada especie tiene sus particularidades, y en el caso de las gatas, la esterilización temprana puede salvar vidas.

En Doctora Cats te acompañamos para que tomes las mejores decisiones en la salud de tu michi. Consulta con nosotras, esteriliza a tiempo y ayuda a prevenir. Compartir esta información puede evitarle el cáncer a una gatita que aún no ha sido esterilizada.

Copyright ©2021 Todos los derechos reservados

Desarrollado por ThePixelRocker