Enfermedad poliquística renal felina

enfermedad renal felina

Los gatos, con su elegancia y misterio, son mascotas adoradas en todo el mundo. Sin embargo, como cualquier ser vivo, los felinos pueden enfrentar desafíos de salud. Uno de los problemas que afecta a los gatos es la Enfermedad Poliquística Renal Felina (EPRF).

 

 

En este artículo de Doctora Cats, exploraremos en detalle esta afección, desde sus causas y síntomas hasta las opciones de tratamiento disponibles.

 

 

¿Qué es la Enfermedad Poliquística Renal Felina?

 

La Enfermedad Poliquística Renal Felina, abreviada como EPRF, es una afección hereditaria común en algunas razas de gatos domésticos como los son persas y exóticos. Esta enfermedad se caracteriza por el desarrollo de quistes renales, pequeñas bolsas de líquido en los riñones. A medida que estos quistes aumentan de tamaño y número, pueden interferir con la función renal normal.

 

 

Causas

 

La EPRF es una enfermedad genética, lo que significa que se hereda de los padres del gato. Los gatos que tienen al menos un progenitor con EPRF tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. El gen responsable de esta afección es autosómico dominante, lo que significa que basta con heredar una copia del gen defectuoso para que se desarrolle la enfermedad.

 

 

Síntomas

 

La EPRF puede ser asintomática en sus etapas iniciales. A medida que los quistes renales crecen y aumentan en número, los síntomas pueden volverse más evidentes. Los signos comunes de la EPRF incluyen:

 

Aumento de la sed y la micción: El gato puede beber más agua de lo normal y orinar con más frecuencia.

 

Pérdida de peso: La enfermedad puede llevar a la pérdida de peso inexplicada.

 

Letargo: Los gatos afectados a menudo muestran falta de energía y apatía.

 

Dolor abdominal: Pueden experimentar dolor en el área abdominal, que puede manifestarse como sensibilidad al tacto o posturas incómodas.

 

Vómitos: Los vómitos crónicos pueden ser un síntoma de EPRF en gatos afectados.

 

Mal aliento: El aliento del gato puede volverse desagradable debido a la acumulación de toxinas en el cuerpo.

 

Es fundamental tener en cuenta que la gravedad de la enfermedad puede variar de un gato a otro, y algunos pueden no mostrar síntomas hasta que la enfermedad esté avanzada. Por lo tanto, es importante llevar a su gato al veterinario regularmente para un chequeo de salud, especialmente si tiene un historial familiar de EPRF.

 

 

Diagnóstico

 

El diagnóstico de la EPRF generalmente se realiza a través de una combinación de exámenes físicos, análisis de sangre y análisis de orina. La ecografía abdominal es una herramienta esencial para confirmar la presencia de quistes renales. Además, los estudios genéticos pueden ayudar a determinar si un gato lleva el gen responsable de la EPRF.

 

 

Sigue leyendo: Enfermedades urinarias en tu gato

 

 

Tratamiento

 

No existe una cura definitiva para la EPRF, pero hay estrategias que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los gatos afectados. Algunos de los enfoques de tratamiento incluyen:

 

Control de la hipertensión: Muchos gatos con EPRF desarrollan hipertensión, que puede ser controlada con medicamentos recetados por el veterinario.

 

Dieta especial: Una dieta baja en proteínas y fósforo puede ayudar a reducir la carga sobre los riñones y ralentizar la progresión de la enfermedad.

 

Hidratación adecuada: Mantener al gato bien hidratado es esencial para la salud renal. Puede ser necesario administrar líquidos por vía intravenosa o subcutánea en algunos casos.

 

Control de síntomas secundarios: Los vómitos y otros síntomas se pueden tratar con medicamentos adecuados.

 

Monitoreo continuo: Los gatos con EPRF necesitan un seguimiento regular con su veterinario para evaluar su salud renal y ajustar el tratamiento según sea necesario.

 

 

Prevención

 

Dado que la EPRF es una enfermedad genética, la prevención es fundamental. Si estás considerando adoptar un gatito, es importante conocer el historial de salud de los padres y buscar criadores responsables que realicen pruebas genéticas para detectar la enfermedad en su linaje. La detección temprana y la gestión adecuada de la EPRF pueden ayudar a garantizar una vida más larga y saludable para tu gato.

 

 

En conclusión, la Enfermedad Poliquística Renal Felina es una afección hereditaria que afecta a gatos en todo el mundo. Si bien no hay una cura definitiva, con diagnóstico temprano y tratamiento adecuado, es posible proporcionar una vida cómoda y plena a los gatos afectados.

 

 

La prevención a través de la selección de criadores responsables y la detección temprana son pasos fundamentales para abordar esta enfermedad. Como tutores de los gatos, es nuestra responsabilidad cuidar de la salud de estos compañeros peludos y proporcionarles el amor y el apoyo que necesitan a lo largo de sus vidas.

Copyright ©2021 Todos los derechos reservados

Desarrollado por ThePixelRocker