
La salud de un gato depende de muchos factores, pero uno de los más importantes —y a la vez menos visibles— es su microbiota intestinal. Este conjunto de microorganismos que habitan el tracto digestivo del felino influye directamente en su digestión, su sistema inmunológico, su peso, su energía y hasta su comportamiento.
En este artículo te explico qué es la microbiota del gato, cómo se relaciona con su salud general y qué puedes hacer para mantenerla equilibrada.
La microbiota es el conjunto de bacterias, hongos y otros microorganismos que viven principalmente en los intestinos. Aunque muchos piensan que las bacterias siempre son negativas, en realidad la mayoría de las que habitan en los gatos son beneficiosas y cumplen funciones vitales.
Un gato con una microbiota equilibrada es un gato con mejor digestión, defensas fuertes y mayor bienestar general.
La microbiota participa activamente en la descomposición de nutrientes. Cuando está en equilibrio, el gato digiere mejor, produce heces firmes y presenta menos molestias gastrointestinales.
Por el contrario, un desequilibrio —llamado disbiosis— puede causar diarrea, estreñimiento, vómito, gases o inflamación intestinal.
Gran parte del sistema inmunológico del felino se encuentra en el intestino. Las bacterias buenas ayudan a entrenar y fortalecer las defensas. Una microbiota alterada puede volver al gato más propenso a infecciones, alergias o enfermedades recurrentes.
Existe una conexión entre el sistema digestivo y el cerebro, conocida como el eje intestino-cerebro. Cuando la microbiota está equilibrada, contribuye a mejorar el estado emocional del gato, reduciendo estrés, ansiedad o conductas compulsivas.
Por eso, cambios en el entorno, mudanzas o nuevos integrantes en casa pueden alterar tanto su ánimo como su digestión.
Las bacterias intestinales participan en cómo el cuerpo procesa grasas y carbohidratos. Un desequilibrio puede favorecer la obesidad o dificultar que el gato mantenga un peso ideal. Cuidar la microbiota es clave para la salud metabólica del felino.
La microbiota es delicada y puede alterarse por:
Detectar estos factores a tiempo ayuda a prevenir problemas mayores.
Un alimento rico en proteína animal, con ingredientes naturales y alta digestibilidad, es la base de una microbiota equilibrada.
Los probióticos aportan bacterias benéficas; los prebióticos son fibras que las alimentan. Ambos son aliados fundamentales para gatos con problemas digestivos o para reforzar su sistema inmune.
Cambiar la dieta de un día para otro puede alterar la microbiota. Lo ideal es hacer una transición de 7 a 10 días.
Ambientes seguros, rutinas estables, refugios elevados, enriquecimiento ambiental y feromonas pueden ayudar enormemente a evitar alteraciones digestivas asociadas al estrés.
Un profesional puede identificar signos tempranos de disbiosis y recomendar tratamientos específicos.
La microbiota del gato es un pilar clave para su salud digestiva, inmunológica, emocional y metabólica. Cuidarla significa mejorar su bienestar desde adentro y darle una mejor calidad de vida. En Doctora Cats, acompañamos a cada tutor a comprender la importancia de la microbiota y a tomar decisiones informadas que mantengan a cada michi sano, equilibrado y feliz.
Copyright ©2021 Todos los derechos reservados
Desarrollado por ThePixelRocker