Los felinos son mascotas sorprendentes, no sólo por su atractivo y pelaje, sino también por sus sentidos desarrollados, como son la audición o la vista. Si eres el tutor de uno o estás pensando en acoger o adoptar a uno debes informarte de muchas cosas importantes, entre ellas, sobre las enfermedades que tu gato puede padecer.
A continuación te mostraremos las 10 enfermedades más comunes de los gatos.
Parasitosis externas e internas: Los signos clínicos dependen del estado inmunitario y de la carga parasitaria, por tanto puede afectar mucho más a su salud que a la de un adulto o si las cargas parasitarias son altas también el cuadro es más grave que si la carga parasitaria es mínima o baja.
Los parásitos internos en los gatos generalmente causan síntomas como, tos, vómitos, diarrea, mucosidad y sangre en las heces.
Parásitos externos: Garrapatas y pulgas.
Parásitos internos: Gusanos pulmonares, gusanos del corazón, gusanos redondos, gusanos ganchudos, tenias y protozoarios.
Obesidad: Es una acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general del tejido adiposo en el cuerpo; se desarrolla por ingesta de mayor cantidad de calorías (comida) que las que gasta o por una reducción del gasto de energía (ejemplo en gatos muy sedentarios).
Enfermedad renal crónica: Aparece cuando uno o los dos riñones comienzan a no funcionar correctamente acumulando una serie de productos de desecho en sangre que actúan como toxinas y que son los responsables de que el gato no se encuentre bien. Los síntomas suelen ser muy inespecíficos, sobre todo en la enfermedad renal crónica, que es la forma más habitual y que curso de un modo lento y progresivo.
Los más comunes son, adelgazamiento progresivo, pérdida de apetito, aumento en el consumo de agua y en la producción de orina, decaimiento y vómitos.
Enfermedades de la boca:
Enfermedad periodontal: Es una inflamación progresiva de las estructuras de soporte que rodean los dientes y es la causa principal de la pérdida prematura de dientes.
Los signos de la enfermedad periodontal incluyen, mal aliento, enrojecimiento o sangrado a lo largo de la línea de las encías, babeo, que puede estar teñido de sangre, dificultad para masticar, constante tocamiento de la boca con la pata, dientes flojos o faltantes, hinchazón de la cara, secreción nasal y recesión de las encías.
Gingivoestomatitis: Es un proceso ulcerativo que en ocasiones puede ser proliferativo, que afecta a todos los tejidos que están en contacto con la saliva y la placa bacteriana: gingiva, mucosa alveolar, mucosa labial, mucosa sublingual, mucosa caudal, arco glosopalatino y paladar blando. Sobre los signos clínicos en casos leves se producirá ulceración de gingiva y mucosa alveolar con o sin afectación de la mucosa oral caudal, originando gingivitis, estomatitis ulcerativa y estomatitis caudal (antes faucitis).
Leucemia viral felina: Se transmite entre los gatos a través de sus fluidos corporales, como la saliva, sangre y orina. El virus típicamente pasa de la madre a los gatitos o a través de contacto directo con un gato infectado. Algunas actividades como el aseo de uno a otro, las peleas y compartir la caja de arena o los platos de comida, son formas comunes de transmisión entre gatos.
Muchos gatos adultos con infección por el virus de leucemia felina no muestran señales de estar infectados hasta que la enfermedad se encuentra en sus etapas avanzadas. Con el tiempo, la salud de un gato infectado se deteriora lentamente y va a sufrir de infecciones repetidas causadas por otros gérmenes debido a un sistema inmune debilitado. Otros signos de la infección por el virus varían considerablemente y pueden incluir fiebre, pérdida de peso y disminución del nivel de actividad y del apetito.
Complejo respiratorio felino
Rinotraquieitis: La enfermedad comienza con la aparición de estornudos y conjuntivitis que puede ser unilateral a bilateral en un periodo de 24 a 48 horas y más adelante comienzan a aparecer otros signos como quemosis, blefaropasmo, la secreción conjuntival puede ir de aspecto seroso a mucopurulento y posteriormente aparecer úlceras dendríticas en la córnea las cuales coalescen y pueden formar una úlcera única, la cual si se agrava, puede comprometer al globo ocular. En muchos casos, ocurre una infección bacteriana, por lo que hay fiebre y anorexia.
Calicivirus: Es un tipo de gripe felina. Se trata de un virus muy contagioso y especialmente peligroso en el caso de gatos con un sistema inmunitario débil. Afecta, sobre todo, a las vías respiratorias superiores y provoca estornudos, descarga nasal, lagrimeo constante, fiebre, etc. El virus que causa esta enfermedad pertenece a la familia Caliciviridae y es del género Vesivirus.
Las vías de contagio son por contacto directo de un gato con otro gato que esté infectado, (secreciones nasales, saliva, secreciones lagrimales, etc.), por contacto con objetos por un gato infectado como comederos, bebederos, camas, mantas, juguetes y otros accesorios pueden contener el virus y ser vía de contagio.
Bordetella: El nombre de esta enfermedad hace referencia a la bacteria que es responsable de la misma, llamada Bordetella bronchiseptica, la cual coloniza las vías respiratorias superiores del felino causando una sintomatología muy diversa.
Esta bacteria afecta al tracto respiratorio y en consecuencia todos los síntomas que se pueden manifestar están relacionados con este aparato. El cuadro clínico puede variar de un gato a otro, aunque la bordetella suele causar estornudos, tos, fiebre, secreción ocular y dificultad respiratoria.
Asma felino: Es una enfermedad respiratoria muy frecuente en los gatos. Se produce cuando existe una inflamación de las vías respiratorias bajas (bronquios y bronquiolos), consecuencia de la inhalación de una sustancia irritante, que puede ser humo de tabaco, polen, polvo, contaminación ambiental, productos de limpieza, ácaros, moho. Ante la presencia del irritante, el bronquio se contraerá para evitar que llegue al pulmón. También producirá moco para envolver esta sustancia y que el gato con la tos pueda echarla.
Algunos síntomas son disnea o dificultad respiratoria, tos muy intensa, a veces llegando a las arcadas, respiración rápida y superficial, sibilancias e intolerancia al ejercicio.
Alergias cutáneas: Una alergia es una reacción del cuerpo a sustancias que suelen ser inofensivas (alérgenos o antígenos) en la que el cuerpo forma ciertas proteínas protectoras, los llamados anticuerpos. Esta reacción antígeno-anticuerpo puede conducir a diversas reacciones posteriores que pueden causar inflamaciones inofensivas de la piel, pero también situaciones de alto riesgo para la salud. En general, las alergias en gatos pueden darse en cualquier raza, pues son reacciones excesivas del sistema inmunitario que, además, pueden ocurrir de forma espontánea en cualquier momento.
El cuadro clínico de las alergias en gatos es muy variable y puede incluir picazón fuerte, caída del pelo (alopecia), problemas gastrointestinales, como náuseas, vómitos, diarrea, infecciones bacterianas secundarias y asma alérgica y shock anafiláctico, es decir peligro de muerte repentino debido a una dificultad respiratoria.
Enfermedad inflamatoria intestinal: La enfermedad inflamatoria intestinal felina (IBD) engloba un conjunto de afecciones gastrointestinales que pueden desarrollar los gatos. La sintomatología puede ser muy variada pero los síntomas más comunes son vómitos, diarrea y pérdida de peso, además del dolor abdominal.
Enfermedades del tracto urinario bajo: Se refiere a un grupo de distintas enfermedades caracterizadas por signos clínicos similares: hematuria (presencia de sangre en la orina), disuria (dificultad o dolor durante la micción), estranguria (micción dolorosa), polaquiuria (micciones frecuentes de pequeño volumen) , micción inapropiada u obstrucción uretral parcial o completa.
Recuerda, la mejor forma de prevención ante cualquier enfermedad es cumplir con las fechas de vacunación y llevar al día las visitas al veterinario. En Doctora Cats podemos atender a tu gato cuando lo necesite.
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