
Las vacunas son una herramienta fundamental para mantener a los gatos protegidos contra enfermedades graves como la leucemia felina, el calicivirus, el parvovirus y otras infecciones comunes. Sin embargo, es frecuente que muchos tutores noten que su gato parece decaído o menos activo después de recibir una vacuna. Este fenómeno es normal en la mayoría de los casos, pero es importante entender por qué ocurre y qué signos deben alertar a los tutores.
Cuando un gato recibe una vacuna, su cuerpo inicia una respuesta inmunológica. Esta respuesta es la que permite que el organismo “aprenda” a reconocer y combatir el virus o bacteria sin que el gato enferme gravemente. Parte de esta reacción incluye la liberación de sustancias inflamatorias, conocidas como citocinas, que pueden provocar síntomas temporales como fiebre ligera, pérdida de apetito o somnolencia.
El decaimiento después de una vacuna suele ser una señal de que el sistema inmunológico del gato está trabajando correctamente. Este estado generalmente dura entre 24 y 48 horas, y durante este tiempo, es común que los gatos prefieran descansar más de lo habitual o se muestren un poco retraídos.
Tip para tutores: Si quieres conocer el esquema de vacunación felina completo y asegurarte de que tu gato esté protegido de manera óptima, visita nuestro blog: “Esquema de vacunación felina”
No todos los gatos reaccionan igual a las vacunas. Algunos factores que pueden influir incluyen:
Aunque el decaimiento leve es normal, los tutores deben estar atentos a signos que podrían indicar una reacción adversa más seria. Entre ellos:
Si el gato presenta alguno de estos síntomas, es recomendable acudir de inmediato a un centro veterinario para una evaluación profesional.
Los tutores pueden tomar varias medidas para apoyar a sus gatos después de la vacunación:
Es completamente normal que algunos gatos se sientan decaídos después de recibir una vacuna. Este decaimiento temporal es una señal de que su sistema inmunológico está funcionando y preparándose para protegerlos frente a enfermedades graves. Sin embargo, los tutores deben estar atentos a cualquier síntoma que se salga de lo habitual y consultar a un especialista si es necesario. La salud y bienestar de los gatos dependen de una combinación de prevención, cuidado y atención constante. Para garantizar que las vacunas y otros cuidados médicos se realicen de manera segura, siempre es recomendable seguir las indicaciones de un profesional en medicina felina.
Recuerda que la información compartida por Doctora Cats puede ayudarte a entender mejor las reacciones de tu gato y a mantener su salud en óptimas condiciones.
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