
Si eres tutor de un gato, seguramente has observado a tu felino masticando hierba en más de una ocasión y te has preguntado: ¿por qué los gatos comen pasto? Aunque a simple vista pueda parecer extraño, este comportamiento es bastante común y tiene varias explicaciones relacionadas con la salud y el bienestar de tu gato. En este artículo, exploraremos las razones detrás de este hábito, qué tipos de pasto son seguros y cómo cuidar a tu felino mientras disfruta de esta curiosa actividad.
Los gatos domésticos, aunque viven en hogares, conservan muchos instintos de sus ancestros salvajes. Comer pasto es un comportamiento natural que cumple varias funciones fisiológicas. En la naturaleza, los felinos consumen vegetación ocasionalmente, lo que ayuda a limpiar su sistema digestivo y a mantener su salud intestinal.
El pasto puede actuar como un regulador del sistema digestivo. Algunos gatos lo mastican para inducir el vómito y eliminar bolas de pelo que se acumulan en su estómago. Esto es especialmente común en gatos de pelo largo o en aquellos que se acicalan con frecuencia. Por lo tanto, cuando un gato come pasto y luego vomita, no es necesariamente un signo de enfermedad, sino un comportamiento instintivo que ayuda a mantener su bienestar digestivo.
Además de ayudar a expulsar bolas de pelo, el pasto puede aportar fibra a la dieta del gato. La fibra facilita el tránsito intestinal y puede ayudar a prevenir el estreñimiento. Algunos estudios sugieren que la ingestión de pasto también puede estimular la producción de enzimas digestivas, promoviendo una mejor absorción de nutrientes y ayudando a mantener un equilibrio saludable en el sistema gastrointestinal de los gatos.
Es importante destacar que no todos los gatos comen pasto por las mismas razones. Algunos lo hacen por curiosidad, otros por aburrimiento y algunos porque realmente necesitan ayuda digestiva. Como tutor, observar cuándo y con qué frecuencia tu gato consume pasto puede darte pistas sobre su salud y hábitos.
No todo el pasto es seguro para los gatos. Muchos jardines contienen huevecillos de parásitos , pesticidas, fertilizantes o herbicidas que pueden ser tóxicos. Por eso, es recomendable ofrecer a tu gato pasto cultivado especialmente para felinos, como el pastito de trigo, cebada o avena, que puedes encontrar en tiendas de mascotas. Este tipo de pasto es seguro, nutritivo y libre de químicos dañinos.
Si tu gato es de interior y no tiene acceso al exterior, también puedes cultivar pasto en macetas dentro del hogar. Además de ser seguro, proporcionará entretenimiento y estimulará sus sentidos, ayudando a prevenir el estrés y el aburrimiento.
Aunque comer pasto suele ser un comportamiento normal, hay situaciones en las que puede indicar un problema de salud. Si tu gato vomita con frecuencia, muestra signos de letargo, pérdida de apetito, diarrea o cualquier cambio en su comportamiento habitual, es recomendable acudir a un especialista en salud felina. Un chequeo oportuno puede descartar problemas digestivos más serios y asegurar que tu gato se mantenga saludable.
Comer pasto es un comportamiento instintivo y generalmente saludable en los gatos. Ayuda a mantener su digestión en equilibrio, a eliminar bolas de pelo y a proporcionar fibra natural. Como tutor, ofrecer pasto seguro y observar la frecuencia de este hábito te permitirá garantizar el bienestar de tu felino. Recuerda que la curiosidad de tu gato es natural y que, en la mayoría de los casos, este comportamiento no es motivo de preocupación.
Si tienes dudas sobre la alimentación o la salud digestiva de tu gato, la Doctora Cats recomienda consultar con un especialista en salud felina para recibir orientación personalizada y asegurar una vida larga, saludable y feliz para tu compañero felino.
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