
Si eres tutor de un gato, seguramente has visto alguna vez esas pequeñas masas de pelo que tu felino regurgita. Aunque puede parecer un comportamiento normal, el vómito de bolas de pelo puede tener varias causas, algunas de ellas relacionadas con la salud digestiva y dermatológica de tu gato. En este artículo, te explicamos por qué sucede y cómo puedes ayudar a tu felino a sentirse mejor.
Los gatos pasan gran parte de su día acicalándose. Con su lengua áspera, recogen el pelo suelto, que normalmente es ingerido. La mayoría de este pelo se mueve a través del sistema digestivo y se elimina con las heces. Sin embargo, cuando se acumula demasiado pelo en el estómago, el gato lo vomita en forma de bolas compactas.
Aunque la formación de bolas de pelo es común, su frecuencia puede indicar problemas subyacentes. Es importante que los tutores estén atentos a signos como vómitos frecuentes (no mayores a 3 veces por año) pérdida de apetito o cambios en el comportamiento.
La causa más evidente de las bolas de pelo es el exceso de pelo ingerido durante el acicalamiento. Los gatos de pelo largo o con muda estacional intensa son más propensos a este problema. Si bien es un fenómeno normal, la acumulación repetida puede irritar el estómago y causar vómitos.
Algunos gatos vomitan bolas de pelo debido a trastornos digestivos subyacentes. La inflamación gastrointestinal, como la gastritis o la enfermedad inflamatoria intestinal felina, puede dificultar el paso del pelo a través del tracto digestivo. Los gatos con estos problemas pueden mostrar vómitos frecuentes, diarrea, estreñimiento o pérdida de peso.
La salud de la piel y el pelaje de tu gato también influye en la formación de bolas de pelo. La presencia de pulgas, alergias o enfermedades dermatológicas puede llevar al acicalamiento excesivo, incrementando la cantidad de pelo ingerido. Por eso, un cuidado dermatológico adecuado y la prevención de parásitos son esenciales para reducir este tipo de vómitos.
El estrés, los cambios en el entorno o la ansiedad también pueden hacer que los gatos se acicalen más de lo normal, aumentando la ingestión de pelo. Este comportamiento repetitivo puede derivar en vómitos frecuentes y malestar gastrointestinal.
El cepillado diario o varias veces a la semana ayuda a eliminar el pelo suelto antes de que tu gato lo ingiera. Esto es especialmente importante en gatos de pelo largo o durante las temporadas de muda intensa.
Existen alimentos diseñados para favorecer la digestión y la eliminación del pelo. Las dietas ricas en fibra ayudan a que el pelo se desplace más fácilmente por el tracto digestivo y se excrete en las heces, reduciendo la formación de bolas de pelo.
Los geles o pastas especiales ayudan a lubricar el sistema digestivo, facilitando el paso del pelo. Estos productos suelen ser seguros y eficaces si se utilizan según las indicaciones del veterinario o especialista felino.
Si tu gato vomita bolas de pelo con frecuencia o presenta otros síntomas, es fundamental acudir al veterinario. Solo un especialista puede descartar problemas digestivos inflamatorios o dermatológicos y recomendar el tratamiento adecuado.
El vómito de bolas de pelo en gatos es un problema común, pero no siempre trivial. Identificar la causa, desde el exceso de pelo hasta posibles problemas digestivos o dermatológicos, es clave para garantizar la salud y el bienestar de tu felino. Con hábitos de cepillado, alimentación adecuada y seguimiento veterinario, puedes ayudar a tu gato a reducir estos episodios. Para un diagnóstico confiable y orientación específica, consulta siempre a Doctora Cats, experta en salud felina, quien te guiará para cuidar a tu compañero de la mejor manera posible.
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